Cualquier estudio sobre el fenómeno del caravaning encontrará en la búsqueda de libertad una de sus principales causas. Pero ¿y el ahorro? La economía personal es una prioridad para cualquier ciudadano, y esta realidad también está impulsando el turismo itinerante y la consiguiente venta autocaravanas ocasión.
La simiente del autocaravanismo se encuentra sin duda en los pioneros americanos que expandieron sus fronteras hacia la costa oeste. Sin embargo, la primera caravana de ocio debió esperar hasta fines del siglo diecinueve, cuando Willian Gordon Stables inventó su ‘Wanderer’.
Este fenómeno, que tardó medio siglo en llegar a la Península, lo hizo acompañado de cierto espíritu romántico que todavía conserva, aunque sin opacar la necesidad de ahorrar en sus experiencias turísticas. A raíz de la pandemia y la recesión económica, son muchos los usuarios que han apostado por el turismo itinerante, como avala el crecimiento de las matriculaciones en este sector.
Si bien la inversión inicial supera a la de un coche de gama media, su rentabilidad a medio y largo plazo está fuera de duda. Los gastos de alojamiento, restaurante y transporte público desaparecen con este vehículo recreativo.
Además, el turismo itinerante no concluye con las vacaciones de verano. Este perfil viajero pasa una parte significativa del año en este medio de transporte, que no por casualidad recibe el sobrenombre de «casa móvil». Aunque vivir en una autocaravana durante semanas e incluso meses acarrea gastos de electricidad, mantenimiento, bienes de consumo, etcétera, no son comparables a los que soportan el resto de viajeros.
Por esta razón, el presupuesto necesario para viajar en autocaravana es generalmente inferior. Las áreas de servicio y de pernocta dedicadas a este público son gratis o cuestan de cinco a diez euros al día, y existen un creciente apoyo legislativo a este tipo de vehículos, a lo que deben sumarse las muchas rutas disponibles en España.